L'Agència Tributària reconeix en un informe lliurat a l'Audiència Nacional que l'expresident de la Generalitat de Catalunya Jordi Pujol va defraudar a l'any 2000 més de 885.000 euros, però subratlla que el delicte ja està prescrit.
“Aunque se trata de un ejercicio fiscal prescrito (2000), la cuota dejada de ingresar en el IRPF, según se detalla en la propuesta de regularización adjunta, por el ingreso en efectivo sin justificar realizado en la cuenta bancaria del obligado tributario, asciende a 885.651 euros”, concluye el documento de Hacienda.
Estos impuestos dejados de abonar por el expresidente catalán corresponderían a un “ingreso en efectivo” de origen desconocido de 307 millones de pesetas (algo más de 1,8 millones de euros) que se produjo el 21 de septiembre de 2000 en una cuenta de la entidad andorrana Andbank.
El “titular formal” de esta cuenta, según las conclusiones del informe de la Onif, era Jordi Pujol Ferrusola, pero “su propietario real” era su padre, tal y como éste reconoció en un documento con membrete del mismo año 2000 –adjuntado al mismo informe– en el que dejó escrito que en caso de fallecimiento el dinero debía pasar a su esposa, Marta Ferrusola.