La Guàrdia Civil ha atribuido directamente a la ex cúpula de ETA del atentado con coche bomba contra la Casa Cuartel de Santa Pola el 4 de agosto de 2022. El acto criminal se llevó la vida de Silvia Martínez de 6 años, hija de un agente, y de Cecilio Gallego, de 57 y vecino de Torrevieja que esperaba un autobús. Los seis ex cabecillas que conformaban el Comité Ejecutivo de la banda terrorista han declarado este lunes 3 de octubre en calidad de imputats.
El análisis de la Guardia Civil apunta que el comando Argala seguía sus órdenes “concretas y específicas” y que estos sabían perfectamente que el acto criminal ponía en riesgo la vida de menores y familiares de agentes de la benemérita. Creen improbable que un hecho como el planeado fuera obra de un comando de manera independiente sino que debió ser consensuado por la directiva. También concluye que el motivo que impulsó el atentado fue el inicio del proceso de ilegalización de Batasuna.
Els seis imputados son Juan Antonio Olarra Guridi, alias “Juanvi”; Ainhoa Múgica, alias “Olga”; Félix Ignacio Esparza, alias “Navarro”; Mikel Albisu, alias “Mikel Antza”; Ramón Sagarzazu, alias “Ramontxo”; y María Soledad Iparraguirre, alias “Anboto”.
Todos ellos fueron imputados en julio por el instructor Manuel García Castellón que también solicitó el informe a la Guardia Civil. El letrado consideraba su presunta responsabilidad al pertenecer a la cúpula. La causa se abrió el pasado marzo tras la querella contra la ex cúpula de ETA presentada por la asociación Dignidad y Justicia.
En 2012 la Audiencia Nacional condenó a 843 años de prisión a Óscar Celarain y Andoni Otegui, miembros del comando “Argala” y autores materiales de este atentado.
